jueves, 12 de abril de 2018

Versosanto

Vivo creando un nuevo idioma.

Vivo ordenando letras
para darles un sentido.

Vivo moviendo palabras
colgadas de los finos hilos de mi cabeza,
una estructura tan frágil
como atractiva
responsable de un cementerio de ideas
al final de se abismo;
panteones por los que pasear
papel en mano
y ganzúa en cerebro,
parajes que se iluminan
con la mirada asustado
de haber perdido la inocencia.
Y algo dentro se revuelca
en cada idea que cayó;
es el proceso de osmosis
entre mío hipotónico,
yo membrana semipermeable
y de mi hipertónico
que resulta tan poco productivo
como agradable.

Es ahí,
entre todos esos nichos,
donde reside el verdadero poema,
donde está la rima perfecta
que un día soñé que gritaba,
donde cada imagen se vuelve metáfora
y puedes verme entero
usando sólo cuatro palabras.
Ahí habitan
todas las pesadillas
que podrían haber sido verso
y que sólo quedaron plasmadas
en folios impermeables a la realidad.

Desde que conocí este sitio
ya no escribo;
recojo los pedazos
todavía útiles
que siguen luchando por no quedar enterrados,
rescato a quien alzó suficiente la voz
para ganar a la tierra
y llegar al suelo,
busco la forma
para crar un nuevo lenguaje,
desde mi muerte
para mi vida.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Y seguid con vuestaras cómodas vidas.

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