viernes, 29 de agosto de 2014

Otra cita fuera...

El repiqueteo en el tragaluz
mantiene mi mente despierta por momentos,
un fotógrafo hijo de Mania
dispara su cámara sin contemplaciones
mientras se oye el estruendo,
partícipe de mi entusiasmo.
Avanza igual que una trágica historia de amor,
pocas son las veces que nos vemos
y muchas de ellas sin piedad
pero gracias al acero, 
que vuelve a ser músculo,
puedo aguantar lo que se me venga
siguiendo saliendo para conversar
una vez más
con la musa y amante
más volátil de mi psique y mi praxis.




Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

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