miércoles, 2 de octubre de 2013

3 de 4...

No recuerdo mi primer cumpleaños
ni el segundo ni el tercero ni el cuarto
simplemente tengo recuerdos vagos;
recuerdo en algún momento
cuando todos eramos un rebaño sin pastor
yo debajo de la mesa
explosión tras explosión
y descubrir ahora los amigos de entonces;
recuerdo en la piscina de bolas
ya un tanto más mayor
cumpleaños compartido en un principio
pero era, y es, limitada mi lista de amigos;
recuerdo a los 15 una fiesta sorpresa
que mi pilló con los pantalones abajo,
cena con amigos e invitados
y luego juegos, risas e irnos cuando molestábamos
a un concierto de las viejas glorias;
recuerdo una mañana sin poder dormir
sacando ya mis primeros dotes de bohemio,
un texto reflexivo sobre el crecimiento
y sobre la incomprensible alegría del momento;
recuerdo las mañanas de colegio
cuando tenía mis regalos en lugares secretos
y la ilusión por no saber en que rincón
abriría y se me iluminarían los ojos;
recuerdo la pequeña repostería
cada año acumulando más velas
hasta conseguir estructuras imposibles
sobre una sola magdalena;
recuerdo las mañanas de torrijas,
mi madre desde muy pronto en la cocina,
corta, reboza y fríe, la rutina
bien aprendida para que también la disfrute;
recuerdo cenas que no llegaron a ser cenas,
invitaciones que se quedaron en intención,
noches que no llegaron a ser fiesta
e invitaciones que no pasan de lo banal.
A pesar de lo que pueda parecer
guardo buenos recuerdos de estos días
a pesar de los que quieren quedar bien
ves a gente que de verdad te anima,
lejos del alcohol y lo material
encuentro un significado más amplio;
y ahora me encuentro en el punto "deseado",
donde todos los jóvenes querrían estar,
poder tener edad para hacer lo que desean
y yo me encuentro desorientado
porque ni entiendo sus disparates ni sus normas,
simplemente un año más,
simplemente me veo más cerca de las dos décadas,
simplemente podré tener edad para ir donde sea
y poder adquirir la cerveza que quiera
aunque hasta ahora esa era mi realidad,
ventajas de la altura y del saber estar,
seré el mismo de siempre, o espero,
por años que pasen desde el cero,
sólo evolucionar, ir hacia delante
pero la edad no es lo que me lo marca
teniendo con mis diecisiete más vivencias
que toda una manada entera,
teniendo con mis diecisiete más experiencias
por las marcas de bara en mi cabeza
por lo que el tiempo sólo es
un factor que les sirve de evolución
a aquellos seres que se limitan al reloj
y no ven que la vida es mucho más que el movimiento
de dos agujas perfectamente programadas,
algo más que la simple fecha de mis 6575 días
pero el poder y los que lo sustentan
quieren vivir ateniéndose a esas reglas
mientras yo me mentalizo para mi decimoctavo otoño,
aquella estación donde todo lo inservible cae
y se quedan sólo los cimientos,
lo que produce el sustento para seguir,
mantenerse erguido a pesar de vivir,
suponiendo que a partir de este punto
tienes los suficientes para subsistir
pero el que era un inconsciente entonces
lo seguir siendo sólo que conduciendo un coche.
Parecerá que no pero estoy alegre,
alegre por los míos, por la gente que me quiere,
por lo que lo consideran un días muy especial
y hacen que se contagie y que de verdad lo sea,
no espero un cambio brusco ni un giro inesperado,
espero seguir mi camino, seguir andando,
no evoluciono por fechas sino por experiencias
y prefiero mil veces una aventura
a vivir eternamente en los treinta.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario