lunes, 18 de febrero de 2013

"La frontera de la cordura" Capítulo 1

Caminaban un padre con su hijo por su tranquila ciudad cuando de pronto se alzó ante ellos la puerta más inmensa que te podías encontrar, la única puerta oficial para salir de la muralla que les separaba del exterior. El padre al verla ser paró, miró a su hijo y le dijo:
-Mira hijo, ¿ves esa puerta de ahí? Esa puerta es la que nunca debes cruzar.
-¿Por qué no papá?- respondió él extrañado.
-Es lo que nos separa del exterior, es lo que hace que todo esté como está, es la frontera de la cordura.
-¿Y es necesario que la vigilen tantos guardias? Sí aquí nunca pasa nada.
-Ya lo se hijo, pero estos guardias son la guardia de la Razón, y no se encargan de que los de dentro no salgan, que se podrían salir perfectamente, se encargan de que los de fuera no entren.
-Entonces ¿si sales no puedes volver a entrar?
-Bueno, es algo más complicado que eso...
-¿Y tú sabes que hay fuera de la muralla?- notándose en su voz cada vez mayor interés por aquella puerta y lo que ocultaba.
-Es un lugar horrible; a diferencia de aquí donde vivimos en nuestro armonioso blando y negro, sin demasiadas exaltaciones en la vista, ellos viven en un mundo de color, todo tiene un color diferente a otro, es horrible y casi vomitivo verlo todo tan saturado y diferente.
-¿Qué es eso de color?
-Eso son cosas que solo un externo sabe. También se rigen por otras normas; mientras a nosotros nos manda la Razón y nos dice que está bien y que está mal, ellos se dirigen a ellos mismo, mayoritariamente por una "cosa" llamada imaginación, que les permite hacer y conseguir lo que quieran, un abanico de posibilidades sin límites.
-¿Qué es la imaginación?
-Eso son cosas que solo un externo sabe. Además no viven como nosotros; en nuestros pisos estamos a buen recaudo sabiendo que estamos seguros y que si nos falta algo, será repuesto para salvaguardar el milimétrico orden que hay en la ciudad, todo debe ser igual, así es y así será; ellos no, ellos viven como quieren y a pesar de ello no les falta de nada, han conseguido organizar su caos de una manera óptima, y cada uno tiene su pequeña cabaña construida y decorada a su gusto.
-Pero papá ¿qué es el caos?
-Eso son cosas que solo un externo sabe. Y no están contentos con vivir de esa manera tan descontrolada, sino que además no están solos; nosotros vivimos en una sociedad de humanos, hecha por humanos y destinada a ellos, sin nada más que interfiera en ella, ellos viven acompañados de perros, gatos, caballos y todo tipo de animales que viven a sus anchas y ensucian todo por ahí por donde pasan.
-¿Qué son los animales?
-Esas son cosas que solo un externo sabe.- en ese momento uno de los guardias de la Razón que paseaba por ahí escuchó alguna de las explicaciones del padre y se acercó a ellos; el padre, al ver que se acercaba cogió al pequeño de la mano y se fueron como si no hubieran visto nada y el guardia, con tal de no alterar el orden de la ciudad, volvió a su puesto sin decir nada.
-Papá ¿y cómo sabes tanto sobre lo que hay fuera?- le dijo mientras se alejaban de la puerta.
Él no contestó, le miró y le sonrió, y siguieron andando.
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Este es el primer capítulo de un proyecto que decidí empezar hace poco, agradecería el apoyo y la difusión a poder ser y pediría un poco de ayuda si la pido para continuar, me explico: en la parte superior izquierda hay una pequeña encuesta, lo que pediría que hicierais es votar una de las opciones que aparecen y ese será el siguiente capítulo que escriba; esto no lo haré siempre pero si que lo iré haciendo cuando no tenga claro por donde continuar, y de todos modos lo avisaré en un pequeño anexo como este al acabar ese capítulo.
También decir que intentaré subir un capítulo cada lunes dentro de mis posibilidades, pero que seguiré con las poesías y demás escritos el otro día de la semana que suelo publicar una entrada.

Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.€

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