miércoles, 27 de febrero de 2013

Como nieve en la playa...

Vienen y van sin parar,
cada ola es igual pero cada una es única,
viven en esa inmensidad que anhelo
sin parar ni un segundo
en un hábitat casi infinito,
moldeando por donde pasan
el paisaje y al gentío.
Mientras yo,
sentado a cincuenta metros de ellas
oyendo su llamada
pero no la de mis piernas
mientras pequeños copos de nieve
chocan contra mi cabeza
y le dan a la situación una magia inmensa,
es una fusión perfecta,
magia que se obra
entre playas y cordilleras.
Mar, nieve y yo
ahora nos encontramos y nos separamos
pero haré lo que esté en mis manos
para que algún día volvamos a encontrarnos.


Bueno, nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario