jueves, 23 de agosto de 2012

Lágrimas de papel...

Perdí esa capacidad,
la capacidad de expresar lo que siento
a través de esos pequeños cuerpos cristalinos
llamados vulgarmente lágrimas.
Ya no brotan de mis ojos,
ya no corren por mi cara
en una carrera entre ellas
por llegar antes al suelo;
tantas y tantas carreras
cuando era solo un niño;
un ser desprotegido ante la vida
que le enseñaba a golpes
las lecciones por adelantado.
¿Y ahora qué?
Mis lacrimales han dejado su trabajo,
incapaces de soltar una lágrima
para expresar un sentimiento,
una de las desventajas
del dichoso corazón de acero.
Pero no dejo de llorar,
solo encontré otra manera,
soltar lágrimas de tinta
encima de una libreta;
lágrimas que como todas
expresan un sentimiento
que se ve reflejado
en cada parte de cada texto.

Bueno nada más por hoy, disfrutadlo y compartidlo. Seguid con vuestras cómodas vidas.

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