Hoy vengo a hablar de alguien especial, quizás uno de los pocos amigos que puedo tener ahora mismo y cuando me refiero a amigo lo digo con el contexto de una persona en la que confiar y con la que puedes contar para cualquier percance que se te procure en el camino. No diré su nombre, pero muchos quizás descubran sobre quien hablo porque prácticamente es único. ¿Qué sería de mi sin esas largas horas de charlas sobre temas varios como pueden ser política, religión, mujeres, deportes, lo que nos acontece a cada uno en su vida, en general, sobre todo lo que se pude comentar?. ¿Qué sería de mí sin esos intentos, aveces fallidos pero con buena intención, de animarme las mañanas en clase cuando mi humos acompaña a un día nublado?.¿Qué sería de mí sin esas paridas, esos dibujos, esas conversaciones, esos saludos...? Pues seguramente no sería como soy ahora. Momentos malos los hay, pero porque tiene que haberlos, si no todo sería muy aburrido y lo aburrido puede llegarse a hacer monótono; enfados, riñas... lo típico. Que pena que nuestra verdadera relación comenzara hace teóricamente poco, pero bueno, siempre dicen que mejor tarde que nunca; y es que no siempre hemos sido tan buenos compañeros como ahora, e incluso ha habido momentos en los que esta relación que mantenemos ha peligrado mucho, pero como no puede ser de otra manera todo acaba volviendo a su cauce y la vida sigue.
Bueno, nada más que añadir, seguid con vuestras cómodas vidas.
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