domingo, 22 de abril de 2012

Creer en la magia


Dentro de mis aficiones está el ilusionismo, la magia, el poder hacer creer a alguien que las cosas pueden aparecer, desaparecer, cambiar de forma sin ningún sentido aparente; es algo que me llama bastante. Ha día de hoy encuentro varios problemas que me impiden seguir tanto como querría con esta afición. Una los estudios, los cuales no puedo dejar de lado y la otra y quizás más importante, el público al que tengo posibilidad de enseñarle los juegos. Hay una "tradición" en mi pueblo por los magos ya que en honor a Florences Gili (rey de los prestidigitadores, prestidigitador de reyes) se realiza un encuentro de estas personas tan peculiares que son los magos. Por este motivo la mayoría de gente ya no busca ver un juego de magia, busca ver como se ha hecho y eso, en lo que a mi concierne, no es muy difícil... Esto sinceramente me da incluso pena, la perdida de la ilusión es una de las mayores que se puede dar en la vida; dejar de creer, de pensar que las cosas pueden ir más allá de lo que marcan los límites de la realidad que percibimos, dejar de pensar "esa carta ha aparecido ahí porque yo he soplado en el mazo", eso ya no se ve mucho. Por eso lo mejor son los niños, esos seres tan felices porque son tan ignorantes. Un niño no se fijara en como estoy haciendo algo para poder razonar después como he conseguido mi objetivo; un niño verá que por motivos que su mente no llega a comprender ha pasado algo que ha hecho que el sonría. Yo creo en la magia, si el mismo que la hace no creen en lo que hace no tiene sentido, y creo que deberíamos seguir todos el ejemplo que nos puede dar un niño a la hora de que venga una persona y diga: "¿Os apetece ver unos juegos de magia?". 
Bueno nada más por hoy, seguid con vuestras cómodas vidas.

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